Relato de Ronald Barthelme: La niña
Lo primero que hizo mal la niña fue arrancar hojas de sus libros, de modo que pusimos por norma que, cada vez que arrancara una hoja de algún libro, tenía que pasar cuatro horas sola en su habitación con la puerta cerrada. Solía arrancar alrededor de una hoja por día, al principio, de modo que la norma funcionó bastante bien, aunque el llanto y los alaridos procedentes del otro lado de la puerta cerrada nos ponían nerviosos.