Relato corto de Thomas Mann: La muerte de Joachim
La enfermera protestante era un alma prosaica. Sola en la habitación, con Hans Castorp y con el enfermo que no dormía nada, que se hallaba tendido de espaldas con los ojos entreabiertos, era capaz de decir:
–No, verdaderamente no me hubiese imaginado nunca que sería un día llamada a cuidar a uno de estos señores hasta su muerte.