He comenzado a leer la novela Terra Alta, de Javier Cercas, ganadora del Premio Planeta 2019. He creído conveniente hacerlo antes de escribir un comentario sobre Independencia, pues ambas novelas están relacionadas, comparten personajes e hilo argumental y, además, en Independencia se cita en varias ocasiones a su precedesora, Terra Alta, hasta el punto de que (en un giro habitual en Cercas, que ya no sé si llamarlo “autoficción” o simplemente “marketing literario 2.0”), se le pregunta al personaje principal de la segunda novela (Independencia) si ha leído la primera (Terra Alta), que trata sobre él.
Así que aquí estoy, leyendo Terra Alta (es necesario, insisto, antes de comentar Independencia), tras lo cual leeré Los Miserables (necesario, también), que seguramente me remitirá a otra novela que me remitirá a otra novela que a su vez me remitirá a otra novela, y así hasta ad infinitum, circunstancia que retrasará mi humilde deseo inicial, que no era otro sino hacer un breve pero sincero comentario sobre Independencia.
El caso es que tanto en Terra Alta como en Independencia se cita una y otra vez Los Miserables, novela de Victor Hugo que yo leí hace quince años, y de la que recuerdo bastante menos de lo que me gustaría. Una novela que es el libro preferido del antihéroe cercano (“cercano”, quiero decir, de Cercas) de Terra Alta e Independencia, quien además comparte ciertas similitudes con el victorioso (de Victor [Hugo]) personaje Jean Valjean.

Así que aquí estoy, leyendo Terra Alta (es necesario, insisto, antes de comentar Independencia), tras lo cual leeré Los Miserables (necesario, también), que seguramente me remitirá a otra novela que me remitirá a otra novela que a su vez me remitirá a otra novela, y así hasta ad infinitum, circunstancia que retrasará mi humilde deseo inicial, que no era otro sino hacer un breve pero sincero comentario sobre Independencia.
Y como los libros son así de puñeteros, “hipertextuales” que dirían los cursis, “enganchadores” que diría el pueblo llano, me veo, en un ejercicio borgiano (o quizá italocalviniano), pasando de obra en obra, de libro a libro y tiro porque me toca, a la espera de que antes de la noche de los tiempos (o al menos antes del fin de mis días) pueda contar lo que me ha parecido la novela Independencia y, ya de paso, lo que me ha parecido la ristra de libros que he tenido que leer de rebote.
Y todo porque algunos me habéis dicho en Facebook: “Dilo, dilo, no te calles”, obviando que a veces no hay nada tan glorioso como el silencio…
Francisco Rodríguez Criado es escritor y corrector de estilo
El peor momento para escribir una novela