Concurso de Microrrelatos sobre Abogados

Francisco Rodríguez Criado, concurso de microrrelatos sobre abogados

Comparto con los lectores de SEÑOR BREVE el microrrelato con el que gané el Concurso de Microrrelatos sobre Abogados correspondiente a julio (2023): «Escarmiento». El concurso, organizado organizado por el Consejo General de la Abogacía Española y la Mutualidad General de la Abogacía, pedía en las bases que el microrrelato no sobrepasara las 150 palabras … Leer más

2 textos literarios sobre Franz Kafka

2 textos literarios sobre Franz Kafka, Francisco Rodríguez Criado

A la vuelta de mi estancia en Brasil me contaron con todo detalle el asunto de mi amigo M., quien, sintiéndose víctima de un galopante cáncer de pulmón, le había entregado una pila de manuscritos inéditos al que entonces era su editor. A mi amigo, en su día un famoso escritor, le habían hospitalizado por segunda vez en dos semanas y eso, a su juicio, bien merecía una decisión trascendental.

Cromos

Mario, cromos del Mundial

Estoy esperando a señor Mario a las puertas de su colegio. En cuanto salga, correrá hacia mí, todo entusiasmo, para abrazarme. Y acto seguido me dará el informe de cómo ha ido hoy el asunto de los cromos. Me dirá que ha intercambiado algunos de los cromos que tenía repetidos; me dirá que Jacobo no le ha traído a Mbappé, pese a que se lo lleva prometiendo desde hace una semana; y me pedirá, claro, que le compre algún sobre de cromos, aunque sea con el dinero que aún le queda de un premio de canto que ganó hace algunos meses.

El hombre que caminaba | Relato corto de Francisco Rodríguez Criado

el hombre que caminaba, relato corto, Francisco Rodríguez Criado

Este relato, «El hombre que caminaba», está incluido en mi primer libro, «Sopa de pescado» (Editora Regional de Extremadura, Mérida, 2001). Es uno de los primeros textos narrativos que escribí. Se trata de una de esas no-historias de no-personajes que no van hacia ninguna parte que tanto me gustaban… y me gustan. 🙂

Adiós, Cordera | Relato de Leopoldo Alas ‘Clarín’

Adiós, Cordera, cuento de Clarín

Rosa, menos audaz, pero más enamorada de lo desconocido, se contentaba con arrimar el oído al palo del telégrafo, y minutos, y hasta cuartos de hora, pasaba escuchando los formidables rumores metálicos que el viento arrancaba a las fibras del pino seco en contacto con el alambre. Aquellas vibraciones, a veces intensas como las del diapasón, que, aplicado al oído, parece que quema con su vertiginoso latir, eran para Rosa los papeles que pasaban, las cartas que se escribían por los hilos, el lenguaje incomprensible que lo ignorado hablaba con lo ignorado; ella no tenía curiosidad por entender lo que los de allá, tan lejos, decían a los del otro extremo del mundo.

El indulto | Relato corto de Emilia Pardo Bazán

Magnífico relato, soberbio, de la escritora gallega Emilia Pardo Bazán: “El indulto”. Una historia que recoge el sufrimiento de una pobre mujer que habrá de convivir con su agresor (su marido), una vez este salga de la cárcel. Emilia Pardo Bazán (1851–1921) escribió muchos y buenos relatos cortos (unos 500), que siguen manteniendo su vigor … Leer más

El primer milagro | Cuento navideño de Azorín

el primer milagro, cuento de Navidad de Azorín

El pastor se ha retrasado un poco esta noche. El pastor regresa de los prados próximos al pueblo, todas las noches, poco antes de sentarse a la mesa el anciano. El pastor apacienta una punta de cabras y un hatillo de carneros. Cuando llega, después de la jornada, por la noche, encierra su ganado en una corraliza del huerto y se presenta al amo para dar cuenta de la jornada del día. El anciano, un poco impaciente, se ha sentado a la mesa. Le intriga la tardanza del pastor. La cosa es verdaderamente extraña.

El reincidente (relato corto de Rafael Sánchez Ferlosio)

cuento de Sánchez Ferlosio

El lobo, viejo, desdentado, cano, despeluchado, desmedrado, enfermo, cansado un día de vivir y de hambrear, sintió llegada para él la hora de reclinar finalmente la cabeza en el regazo del Creador. Noche y día caminó por cada vez más extraviados andurriales, cada vez más arriscadas serranías, más empinadas y vertiginosas cuestas, hasta donde el pavoroso rugir del huracán en las talladas cresterías de hielo se trocaba de pronto, como voz sofocada entre algodones, al entrar en la espesa cúpula de niebla, en el blanco silencio de la Cumbre Eterna.