La Navidad de 2013 no fue un cuento
Insisto: ¿por qué habría de sentirme bien? ¿Qué padre en su sano juicio se siente bien cuando a las dos horas de estrenar paternidad le comunican que su bebé sufre el síndrome de Down, y unos días después, en la revisión cardiológica, escucha hablar por primera vez de la tetralogía de Fallot?
El doctor coge papel y bolígrafo y dibuja un corazón, y acto seguido nos explica cuál es el problema y cuál la solución. No consigo centrarme en su explicación científica, solo pienso en el pequeño Francisco, en su agitada primera semana de existencia, en lo que le espera por vivir y lo que les espera a sus padres, a sus tías, a sus abuelos.