Papá, ¿por qué tú solo sabes escribir?
Hace no demasiado yo estaba trabajando en el ordenador, cuando señor Mario se acercó para preguntarme:
–Papá, ¿por qué tú solo sabes escribir?
Entendí perfectamente el sentido de ese adverbio “solo” (sin tilde y sin piedad). Lo que me preguntaba era por qué yo no soy como su madre, que toca el piano y la flauta, canta, dibuja y escribe poemas a la luz de la luna, por no hablar de que monta en casa belenes y árboles de Navidad muy logrados.